La evolución tecnológica ha afectado de manera muy positiva a una gran cantidad de sectores. El de las máquinas de elevación es uno de ellos. Y es que las que se utilizan hoy en día están mucho más avanzadas que las que antaño se dejaban ver en las empresas de construcción y de otros ámbitos.
 
Precisamente a continuación profundizaremos en las máquinas de elevación que son puestas a disposición de los constructores, averiguando qué son exactamente, para qué sirven y los tipos que existen.

Qué son las máquinas de elevación y para qué sirven

 
Básicamente hablamos de una maquinaria que está pensada para facilitar una labor que, sin estos elementos, es imposible de llevar a cabo o demasiado costosa a nivel físico. Nos referimos tanto a elevar como a bajar cargas que suelen ser de bastantes kilos.
 
Conviene destacar el hecho de que las máquinas de elevación, sea cual sea el tipo al que pertenezcan, son seguras a más no poder. Así pues, las tareas que se llevan a cabo con ellas pueden ser realizadas sin temer por la integridad de las personas que están a cargo del proyecto en cuestión.
 
Hablando de proyectos, no solo los de obras pueden tener lugar con esta maquinaria. Su versatilidad da pie a que sea aprovechable por los profesionales de muchos otros sectores, siendo un claro ejemplo el de la logística, otro de los que más recurren a los servicios de alquiler de máquinas de elevación.
 

Tipos de máquinas de elevación

 
Empresas tan experimentadas como la nuestra, la cual lleva operativa desde el año 1975, están acostumbradas a tratar diariamente con varios tipos de máquinas de elevación. Cada una de ellas tiene unas características en concreto que conviene conocer para tomar una buena decisión a la hora de alquilar la maquinaria o incluso adquirirla en propiedad.
 

Plataformas elevadoras

 
Empezamos hablando de una de las máquinas de elevación más variadas que existen. Hoy en día la cifra asciende a un total de cinco distintas, siendo las articuladas unas de las que mayor éxito cosechan. En esta categoría hay que distinguir entre dos subtipos adicionales: eléctricas o diésel.
 
El sistema articulado de las plataformas elevadoras brinda un alto nivel de productividad, pudiendo decirse lo mismo de los otros sistemas como el telescópico, el cual es idóneo para llegar a alturas considerables. En concreto, el máximo es de 43 metros en total.
 
A la lista de plataformas elevadoras hay que añadir otras más: las conocidas como todoterreno que se utilizan mucho en las obras y que destacan por su versatilidad, las carretillas industriales aptas para toda clase de sectores y las plataformas de tijera, llevando a cabo esta última tanto la apertura como el cierre con unas secciones cuya apariencia es similar a la de unas tijeras.
 

Carretillas elevadoras

 
Las carretillas elevadoras son vehículos que abarcan una única plaza. Su motor, el cual puede ser diésel o eléctrico, permite llevar a cabo el transporte de todo tipo de elementos o mercancías abarcando distancias de no muchos metros.
 
Tal como sucede con las plataformas elevadoras, al hablar de carretillas hay que describir varios tipos que tienen muchas diferencias. Las que son apiladoras resultan ideales para aquellos almacenes en los que se trata con palets.
 
Las retráctiles, por su parte, destacan principalmente por lo estables que llegan a ser. La estabilidad también es buena al hablar de los tractores de arrastre que tanto se utilizan para tratar con cargas de considerable peso.
 
Unas de las carretillas más usadas hoy en día son las transpaletas, habiendo tanto eléctricas como manuales. Estas últimas se utilizan sobre todo en empresas que son públicas.
 

Escaleras de aluminio

 
Acceder a zonas que se encuentran elevadas es seguro, práctico y rápido gracias a las escaleras de aluminio. Con ellas tanto los obreros como los trabajadores de otros gremios pueden subir a pisos de considerable altura sin que ello signifique comprometer su integridad.
 
El alto nivel de seguridad que alcanzan las escaleras de aluminio viene dado por la gran rigidez de la que hacen gala. A este aspecto tan positivo hay que sumar otro: la torsión no pasa factura al conjunto, el cual es muy resistente.
 
Hay una gran cantidad de escaleras de aluminio, por lo que las empresas lo tienen fácil a la hora de alquilar una que satisfaga al cien por cien sus necesidades. Entre las más utilizadas se encuentran las telescópicas, plegables y de apoyo. Sea cual sea la elección, en todos los casos hablamos de unos elementos de elevación que son fáciles de transportar y bastante ligeros.
 

Elevadores de material

 
En las obras es habitual tener que elevar materiales que tienen un gran peso. Todos ellos pueden ser tratados con estas máquinas de elevación. Llama la atención lo pequeños y versátiles que son, así como su ligereza, traduciéndose todo ello en poder trasladarlos sin requerir a dos operarios o más. Una sola persona se ve capaz de tratar con las cargas, así como con el conjunto en sí.
 
Al ser elementos tan compactos, si hay que pasar por alguna puerta o cualquier otra zona bastante estrecha, no surge ninguna dificultad a la hora de hacerlo.
 
Aunque depende de cada modelo, algunos de ellos permiten elevar materiales de hasta una tonelada de peso, abarcando una altura máxima de seis metros en total.
 

Montacargas

 
Continuando con las alturas, toca hablar de una de las máquinas de elevación más generosas en este sentido. Y es que en el caso de los montacargas, la cifra puede llegar a superar los cien metros.
 
Estamos ante unos conjuntos que son muy robustos. Gracias a la versatilidad de sus columnas triangulares, la compatibilidad es excelente con varios modelos distintos. En todos los casos, instalar el montacargas es un proceso sencillo. Al finalizar, el nivel de seguridad es máximo, sobre todo si se instala en un hueco de ascensor.
 
Si las dimensiones del trabajo a realizar no son excesivas, debiendo por ejemplo hacer algún tipo de proyecto de rehabilitación, el montacargas se convierte en la máquina de elevación más recomendable de todas.